En marzo de 2010, Diana y Enrique, dos ambientólogos recién licenciados, pierden sus empleos por culpa de la crisis. Tras el palo inicial, entre cañas y tapas, su espíritu emprendedor les lleva a la conclusión de que crear una asociación de educación ambiental puede ser una buena idea para tirar adelante. Tras varios meses planeando sus objetivos y actividades se deciden a dar el paso y se presentan en el Registro Nacional de Asociaciones. Ya no hay marcha atrás.
En Diciembre del mismo año, llega una carta confirmando quela Asociación KIANA M.A está inscrita en el registro convirtiéndose en un realidad.
Lo que ocurra de aquí en adelante es aún un misterio, pero tienen un objetivo que cumplir: educar en valores ambientales a quién se le cruce en su camino...
En Diciembre del mismo año, llega una carta confirmando que
Lo que ocurra de aquí en adelante es aún un misterio, pero tienen un objetivo que cumplir: educar en valores ambientales a quién se le cruce en su camino...